tło

Una frase para decir adiós.

      Habíamos pasado cinco meses repasando la vida de Francisco de Goya, pero hoy tenemos que separarnos de “nuestro” pintor , uno de los tres mejores de España. Esperamos que os haya gustado nuestro blog, tanto como a nosotros nos ha gustado escribirlo. Gracias a este proyecto hemos tenido una oportunidad fantástica para enterarnos mucho más sobre la pintura española y la vida en España en aquellos tiempos. Tanto nos han inspirado las obras de Goya que hemos decidido pintar nuestras interpretaciones de sus pinturas. ¿Podéis adivinar sus títulos?

Dibujo de Kasia G.

Dibujo de Patrycja

Dibujo de Kasia N.


Nosotros ;)        
Kasia N.            Kasia G.          Patrycja,          Norbert

Esto es todo, muchas gracias por la atención. ¡Adiós!

15 de abril 1828


La lechera de Burdeos
         
        Cuando me mudé a Burdeos, pasaba mucho tiempo con Leocadia. Ibamos al circo para practicar mi taller artístico. Esbozaba los acróbatas que se vestían con trajes muy ingeniosos y también muy ceñidos. Las visitas en el circo y el tiempo que pasaba allí eran para mí muy agradables, podía olvidar la realidad y privarme de cualquier recuerdo horrible. Muchas de las obras que he pintado en las últimas semanas son sólo bocetos y líneas que están en mi cabeza. Tenía ideas para terminarlas, pero me faltaba fuerza. Mi última obra es “La lechera de Burdeos” . Gracias a los recuerdos de mi juventud, he podido trasladar mis sentimientos a la hoja de papel y pintar la mujer – la lechera. La muchacha es muy hermosa y joven, de rasgos fisonómicos muy delicados y gráciles. Parece que la lechera está pensando en algo agradable o simplemente está soñando. El trabajo de esta obra me costó mucho. Estoy orgulloso de que, a pesar de mi enfermedad, tenga ganas de coger el pincel y dar vida a mis ideas... Mi voz no me obedece. Mi mano tampoco... Siento que mi tiempo en ese mundo se termina.... Mi vida...

...

       El año 1792 fue el más importante  en mi vida. Fue el tiempo pasé en la frontera entre la vida y la muerte. Estaba enfermo y tenía que luchar con muchas aflicciones. Por suerte gané esa batalla y fui capaz de pintar otra vez. Pronto me convencí de que todo iba a cambiar. Me quedé sordo. Para mí, un artista, esa noticia fue como una sentencia. Para ensañar el mundo en mis pinturas necesitaba todos los sentidos. Desgraciadamente después la cosa fue a peor y peor.  La pesadilla empezó en el año 1808 cuando los ejércitos de Napoleón llegaron a España. Podía ver con mis propios ojos los desastres de la guerra. La sangre, el dolor, las lágrimas, todo lo observé en las calles de Madrid. Mis sentimientos e impotencia ante tal  barbaridad intentaba llevarla a la tela. Pinté una serie de pinturas - “Los desastres de la guerra”. Todo lo que había amado entonces no tenía valor. Aunque la guerra terminó, yo no podía olvidar lo que había visto. Desde entonces abrí los ojos. Pero lo que veía no tenía nada que ver con el mundo que había conocido. Trabajando en la corte vivía como en una jaula de oro, lejos de los problemas. España era un país verdadero, un país de campesinos, herreros y carpinteros, ya no había colores, olores ni sabores. Desde ese momento mis pinturas reflejaban el mundo con todos sus imperfecciones.
            En ese periodo tenía  en un conflicto con la Inquisición. Me daba asco la hipocresía del clero. Ellos deberían que ser ejemplo para millones de personas que creían en sus infalibilidades. Pero la verdad era diferente. Los curas usaban a la gente sin educación para enriquecerse. Yo  no lo entendía y no  quería aceptar esa situación. Pero sabía que criticar a la Iglesia podía terminar trágicamente. En mis pinturas intentaba  llamar la atención a la sociedad sobre el problema de la educación y la religión. 


Dos viejos comiendo sopa,


Creía que algún día todos seríamos iguales. Sin diferencias entre los ricos y los que no tenían dinero.La Inquisición quería  librarse de mí. Tuve que dar explicaciones sobre las circunstancias en que había pintado dos de mis obras: “La Maja desnuda” y “La Maja vestida”. Como  no quería decir la vedad tuve que huir de mí tierra natal. 




Maja desnuda
Maja vestida


Es verdad que en mi vida he cometido muchos errores, pero si alguien me pregunta si me siento feliz, la respuesta será que sí. Me siento un artista completo. Aunque no repetiría algunas mis decisiones , estoy satisfecho con mi carrera artística. Ahora, en estos momentos más difíciles, cerca de mí hay personas que quiero muchísimo. Eso es  la mejor prueba que confirme que soy feliz.

El matrimonio es como la muerte: pocos llegan a él suficientemente preparados.

Josefa
Últimamente como no me siento muy bien, casi todo el tiempo lo paso en la cama. El médico me mandó que evitara cualquier esfuerzo. Hoy las mujeres habían tenido que arreglar algunas cosas y habían ido a la ciudad, por eso Javier me ha acompañado. Ya que se acerca el 16 aniversario de la muerte de mi mujer y su madre,  Josefa Bayeu, hemos hablado mucho de ella y de los momentos más felices que pasamos con ella. Mi hijo me ha preguntado si la había amado. Le dije que sí, pero ahora no estoy seguro de si esto era el amor verdadero. Cuando nos casamos éramos bastante jóvenes e inexpertos. Me fascinaba el nuevo mundo de la aristocracia al que entré gracias a los hermanos de Josefa, los célebres pintores Ramón y Francisco, cuyo apoyo, especialmente el de este último, fue significativo en los primeros años de mi carrera artística. No quiero decir que me casé para garantizarme una buena situación material y posibilidades del desarrollo. Cedí a su encanto pero no nos unía una relación muy fuerte ni la pasión. Nuestros sentimientos resultaron ser insuficientes para sobrellevar todos los problemas. Sufríamos mucho con tantas pruebas para tener un hijo, ya que muchas terminaron en fracaso. Cuatro de nuestros hijos murieron justo después del parto.
Como joven artista en una ciudad extraña necesitaba apoyo en los momentos difíciles de mi vida. Por eso, tanto más me quedé defraudado con uno de los hermanos de Josefa, mi maestro anterior. Aunque ahora me imagino que elegir entre la familia y el marido es una decisión difícil pero entonces como era infantil e impetuoso me daba mucha pena que Josefa hubiera elegido a su hermano.
Desde entonces nuestra relación se debilitó y no sabíamos como repararlo. Nuestro matrimonio empezó a ser solo una ficción para guardar las apariencias en la sociedad.

Exegi monumentum..

Este mañana la he pasado hablando con  Rosario. No me imaginaba que esta chica fuese tan inteligente e ingeniosa. En sus ojos se puede notar que tiene pasión y un fervor especial...se puede notar una artista. Ella me ha preguntado si soy feliz, si ahora, después de ochenta años, pienso que soy un artista satisfecho. ¿Y cuál es la respuesta? ¿Soy feliz?

Mi vida ha sido como un río que da muchas vueltas. En una primera etapa de mi vida artística fui un joven perdido en  el mundo de los pintores famosos. Me emborraché muchas veces, no controlé mis emociones y luego me metía en líos. Aunque en ese tiempo cometí muchos errores, también tuve muchas posibilidades de aprender diferentes técnicas de pintar. Mi vida cambió totalmente cuando regresé de mi viaje a Italia. Me casé con mi primer amor, Josefa. Entendí que era  importante en mi vida. Por fin era capaz seguir pintando. En el año 1774 pinté  un ciclo de obras pictóricas realizadas al fresco - Las pinturas de la Cartuja de la Aula Dei. 

La Cartuja de Aula Dei
Peñaflor - Zaragoza

Luego mi cuñado me contrató en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Trabajaba mucho y después de tres años me convertí en un hombre adinerado. Durante ese tiempo creé cuatros series de cartones para tapices. 

El quitasol,(1777)



Perros y útiles de caza, (1775)


Mi vida era como un sueño, todo era perfecto. En el año 1780 mi candidatura para la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando fue aceptada. ¿Podía ir mejor? No quería confiar cuando el hermano del rey Carlos III  me encargó pintar a su familia. Con ese evento empezó mi aventura en la corte. Los palacios, viajes, recepciones, por fin me sentí como un hombre de éxito. Después de tres años el rey me pidió pintar a su familia. Para mí esto era un desafío muy importante. Pinté a la familia de Carlos IV con muchos detalles, poniendo mi propio estilo.



La familia de Carlos IV, 1800.

Me fascinaba con unas posibilidades infinitas y con una vida sin problemas u obligaciones. No notaba que el mundo de los nobles era de verdad...
Estoy muy cansado...tengo que relajarme un poco... sé que no tengo mucho tiempo y por eso  quiero terminar de escribir historia de mi vida.

Quinta del Sordo

El coloso, 1808- 1810
Después de la guerra entre Francia y España durante mucho tiempo no podía encontrar un lugar para mí mismo. En mis sueños veía las caras de la gente que esperaba para ser fusilada; en mis oídos sonaban los disparos de las armas que se mezclaban con el llanto de niños y gritos de mujeres. No entendía como la gente podía hacer cosas tan terribles. Empezaba a creer que el mundo estaba gobernado no por los seres humanos sino por los animales salvajes y locos o los monstruos de las pesadillas. En este período evitaba a la gente, me parecía que no los entendía.
 Tampoco podía pasar tiempo en Madrid ni en la Corte. Me sacaban de quicio las calles y las plazas porque me recordaban los acontecimientos de 1808. Como no podía vivir en la gran ciudad, me mudé a Moncloa. Me instalé en una pequeña casa. Los campesinos de este lugar llamaban a mi casa “Quinta del Sordo”, por supuesto a causa de mi enfermedad que en aquel momento era total. Vivía allí solo, había decidido que Rosario se quedara en la capital porque Lea era muy pequeña.  Ahora pienso que durante mi estancia en Moncloa me comportaba como un loco. Este período fue muy oscuro, en mi cabeza luchaban un gran montón de pensamientos y recuerdos, que no podía expresar en una hoja de papel, necesitaba algo más grande, algo más espectacular. Empecé a pintar en las paredes de mi casa. Al principio pensaba que crearía sólo dos o tres obras, pero cuando terminé mi trabajo, incluso no podía encontrar una pared sin mis pinturas.


Quinta del Sordo

         
     No había mucha gente que viera mi creación, pero para ese pequeño grupo todo eso era oscuro, espantoso y raro. Ellos no entendían que esa era la manera en que yo veía el mundo, no entendían la forma de mi arte. Tenía que hacer todo eso para calmar mi alma, purificar mi ingenio y dejar mi pasado...

La romería de San Isidro

         
     Ahora “Quinta del Sordo” está cerrada y nadie puede ver las pinturas de las paredes. Es interesante que puede pensar la gente cuando vean u oigan algo sobre ellas... ¿ Goya era un viejo loco?