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Bien aprende quien buen maestro tiene

Hoy he visto los esbozos que Rosario había hecho durante el viaje con su madre. Parece que ella se hace mejor de un día a otro. ¡Los bocetos de las lugares que ellas habían visto son tan detallados y eminentes! Cuando me di cuenta del talento artístico tan grande que tiene esa chica, no tenía ninguna duda: ¡ella es mi hija! Para mí, esto es la prueba suficiente... Estoy muy contento de que Rosario y yo tengamos algo en común, que más, estoy orgulloso de tener la oportunidad de ser para ella,no solo el padre, sino también tomar parte en su educación artística. Como yo tenía mucha experiencia con maestros diferentes, me considero alguien que sabe cómo enseñarle de buena manera.
Yo no tenía tanta suerte como Loeonardo da Vinci, quien al principio fue al taller de un artista estupendo y versátil, o Miguel Ángel quien tuvo maestros tan excelentes como Ghirlandaio o Bartoldo di Giovanni, mientras que a mi padre Salcedero me matriculó a la Academia de Dibujo, dirigida por José Luzán. No estoy seguro si la palabra “academia” es adecuada para describir ese lugar. Su fundador regresó de Italia y abrió la escuela. Tenía tanta admiración a los artistas y el arte italiano que a decir verdad no podía hacer nada más que imitarlos. En la academia empecé con las cosas más simples y poco importantes como mezclar las pinturas, lavar los pinceles. Más tarde el maestro me dejó pintar fragmentos de cuadros y después los corregía. De esta manera aprendí la técnica, pero no podía desarollarme. Perdí cinco años copiando cuadros y grabados malos... 

Academia de Dibujo de José Luzán

           Entonces no fue raro que al principio no fuera capaz de hacer algo importante. Leonardo y Miguel en su juventud crearon obras maestras ya que vivieron entre ellas y se rodearon de granndes pintores y escultores. Yo maduré en el tiempo de la caída del arte español, me rodeaban las cosas ordinarias sin majestad e importancia.

El momento crucial

¡ Qué sorpresa! Leocadia y Rosario han vuelto a Burdeos hoy. Ha sido muy sorprendente, porque planeaban regresar la semana próxima. Como resultó más tarde, la causa de su regreso más temprano era la ausencia de la mejora amiga de Lea. Naturalmente las mujeres no se aburrían, iban de excursiones, hacían las compras, iban al teatro y a las galerías. Una vez vieron la exposición de mis dibujos. ¡ Soy famoso! Pero lo que más me ha interesado de su viaje fue la visita a Zaragoza.
La moda del siglo XIX
Mi primer viaje a Zaragoza fue el momento crucial en mi vida. Cuando tenía 12 años y todavía vivía en Fuendetodos mi talento artístico llamó la atención de un cura. Me sentaba en el campo y disfrutaba mi tiempo libre dibujando. Padre Salcedo vio mis esbozos y me preguntó quién era mi padre y qué hacía. Después fue conmigo a mi madre y le dijo que quería llevarme consigo a Zaragoza. Mi madre lo aprobó, pero mi padre tenía dudas en cuanto a mi viaje. Le dije que eso era gran oportunidad para hacer algo diferente, algo nuevo, que no quería perder esa posibilidad. Sin tomar en cuento los consejos de mi padre decidí ir a Zaragoza. Todo era diferente. No tenía que trabajar duro y ayudar a mi padre, sólo podía dibujar y desarrollar mi pasión. Mis sueños se realizaron. En comparación con Fuendetodos, Zaragoza parecía enorme. Era muy ruidosa, pero pintoresca. Lo que más llamó mi attención eran las carrozas que iban corriendo por las calles, la gente que sentía en el carro y debatía sobre el arte. Los hombres se vestían de manera elegante, con el traje negro y sombrero. Las mujeres eran muy distinguidas e elegantes, llevaban los vestidos largos con el corsé, que subrayaba el talle delgado. Las damas paseaban por las calles teniendo en la mano sombrillas decoradas y hablando del tiempo. Esa vista se quedará en mi memoria para siempre.

Zaragoza


Cambios, problemas y vino

Hoy me ha visitado mi amigo y médico, señor Jean Armand Loud. Ha estado muy contento cuando me ha visto, porque mi condición ha mejorado. Para asegurarse, me ha hecho unos exámenes rutinarios. Los resultados han sido bastante buenos y eso me ha quitado un gran peso de encima. He estado contentísimo entonces he empezado a hablar por los codos. Sin embargo he parado de hacerlo cuando he visto que mi amigo no meestaba escuchando.  He conjeturado inmediatamente que el doctor ha tenido algún problema. Cuando le he preguntado, me ha dicho una cosa horrible. Su esposa le ha abandonado y ha exigido el divorcio. Pero eso no ha sido toda la historia. Además  , esa cretina, quiere casarse con el hermano menor de Jean. Ay, Dios mio... Obviamente no hemos podido cintinuar esa triste conversación sin algo para beber.  Una botella de vino nos ha dado el lujo de olvidarse de los problemas y enseguida nuestras temas han cambiado mucho. Hemos dejado de hablar sobre las mujeres infieles y los hermanos traidores. Hemos hablado sobre nuestras vecinas hermosas, los pecados de juventud... Nunca antes había pensado que el doctorcito había hecho tanto durante su vida. Cuando hemos terminado la segunda botella mi amigo ha empezado a hablar sobre cosas totalmente diferentes. Como España tiene muchos problemas propios no me interesa la política de los paises lejanos, pero eso ha sido muy interesante. Hace unos días , Jean leyó en un periódico sobre la situación en Grecia, donde la población estaba luchando por la independencia. El conflicto con los Otomanos empezó hace seis años, pero todo cambió cuando los paises europeos, Rusia, Francia y Inglaterra, comenzaron  a apoyar a los Griegos. Finalmente la potencia de los Otomanos fue debilitada gracias a la victoria de Navarino en año 1827. ¡ Ojala los Griegos cumplan sus sueños sobre vivir en un país independiente! Al acabar el tema político ya no  hemos hablado mucho, sin prisa hemos terimando la tercera botella.Como ya ha dado la hora de cenar y Jean no ha querido molestarme, se ha ido a casa. No debería beber tanto en mi edad, pero.... İ La vida es única!

Batalla de Navarino